Hace varios años, en el momento que comencé a escribir en este blog (y de nuevo he de reconocer que no soy muy constante), lo hice hablando sobre la infancia; ese mundo en el que a simple vista lo vemos maravilloso, lleno de imaginación y horas repletas de juegos, pero que en muchos casos no es ni una etapa tan sencilla ni tan dulce. Supongo que depende de la experiencia de cada uno, claro está. Y personalmente no puedo decir que tuve una infancia mala pues en mi hogar no faltó nunca lo más necesario, que es el amor y la comprensión. Pero si que diré que mi experiencia en el colegio tuvo momentos de claro-oscuro. Otra cosa fue mi etapa de instituto… aquellos años fueron felices y llenos de música, no solo literalmente, sino también música de esa que te invade el corazón.
Y os cuento todo esto (a veces me voy por las ramas) porque fue entonces, cuando estaba empezando a escribir una historia sobre esas vivencias complicadas y muy difíciles que viven algunos niños y niñas o adolescentes, en total silencio, sin el apoyo de alguien que pueda aconsejarles y pueda incluso convencerles de que ellos no son el problema, que su aspecto físico o cualquier otra razón que promueve la excusa de los insultos y vejaciones jamás serán el problema.
Pero la presentación de mi Novela sobre el Bullying coincidió de manera desafortunada con la aparición del temido y tedioso Covid-19. La ilusión de que mi libro pudiera llegar a las manos que pudieran necesitar una historia que apoyara su otra historia, que le acompañara en la soledad de esa experiencia para darle fuerzas y salir de esa situación… o simplemente llegar a unas manos que pudiera ver la sensibilidad que puede esconder alguien que sufre esa experiencia, acercarnos más a una realidad que no sé aún porqué muchos centros escolares insisten en esconder en vez de plantarles cara, como suele decirse, con agallas.
Así que desde aquí, desde mi humilde y poco visitado blog, os presento mi Novela “El Final del Paréntesis”, por una juventud sin bullying. Es una novela fácil de leer (al menos los que ya lo han hecho me han dicho que es así y porqué no decirlo, estoy algo cansada de ser humilde con mi trabajo, una lectura que debiera de leer muchísima gente). Iba dirigida sobretodo a los jóvenes, pero como no, esos jóvenes tienen padres… Y algún padre/madre ya me ha dicho que hacía tiempo que un libro no le llegaba al corazón tanto como éste. Y quiero aprovechar para dar las gracias por esos feedback de algunos de mis lectores.
He intentado llegar a los medios para tener algo de apoyo en su difusión, alguien que pudiera apostar por un escritor novel y no ir a lo seguro (las Novelas de las grandes Editoriales ya se sabe que tienen el camino allanado). En fin, alguien que simplemente se tome la molestia de leerla y opinar en su blog, en su columna de novedades o un sencillo boca a boca… Así que ahí lo dejo. Disculpadme pero la vida me está ensañando a ser directa, a pedir las cosas tal y como las siento y las necesito.
Así que si os animáis y queréis leerla, además de compartir vuestra opinión sobre ella conmigo (cosa que me encanta y me ayuda a mejorar), ahora es el momento adecuado pues recordad que se acercan días de verano, ideales para sumergirse en un buen libro.
Y termino con una frase que dijo Will Smith en alguna ocasión:
“Deja que tu sonrisa cambie el mundo. No dejes que el mundo cambie tu sonrisa”.